El paso subterráneo o “Pasadizo” fue construido en 1971 para evitar la barrera que suponía el ferrocarril. Antes de eso, la gente tenía que utilizar la pasarela de la Renfe, por encima de las vías, o el viaducto de Iztueta. Pronto fueron evidentes los defectos de aquella obra, muy oscura y peligrosa, especialmente para las mujeres, cuando llovía se inundaba… Fue polémica desde el principio y dio lugar a multitud de protestas por parte de los vecinos del barrio. Se llenó rápidamente de pintadas, sobre todo antinucleares. Fue renovada en 2015 con motivo de la construcción de la estación de autobuses y se cerró el 27 de octubre de 2021 por la reforma de la Estación del Ferrocarril y la previsión es volverla a abrir en 2024.