1944-07-27 Elizkizuna Mola Generala Ospitalea 003

Historia:

Hospital Militar General Mola

En 1929 fue construido por Juan Rafael Aldai como escuela en lugar de otro anterior de Goikoa en 1891. Durante la Guerra se convirtió en hospital militar, bajo la dirección de Leandro Martín Santos, donde permanecieron los militares hasta el año 1880. Luego fue el cuartel de la Policía Nacional y finalmente el Juzgado. Como curiosidad, durante la guerra, bajo la dirección de un médico americano, se creó el primer servicio de cirugía estética del Estado, de gran éxito y pionero en su campo. En este grupo se encontraba el conocido dentista y pelotari Karmelo Balda, que también ha sido dentista de Franco. Esta cirugía estética era facial y trataba a los soldados venidos de la guerra. En esta época, debido a las características de la guerra de las trincheras, se producían lesiones muy severas en la cara y el cuello. La mayoría eran heridas de metralla. En un artículo del New York Times se narraba la situación como “Había tantas caras mutiladas en el ejército rebelde como había en el ejército británico al final de la primera Guerra Mundial”. “Los heridos de cara más frecuentes eran de metralla, realmente impresionantes. Estos pobres de metralla en el roproducían horror; auténticos monstruos, sin cara; masa de carne y a pilas colgando, respirando con los ojos fuera de las bitas por desaparición de pobres del hinpo; sin nariz ni labio; ni boca ni dientes; sin barbilla; con la lengua amoratada, chada, cayel sobre cayena. Llenos de moscas, soplando una espuma sanguinolenta, asfixiándose hay que imaginar que una inmensa hacha cortase de violento golpe lateral toda la cara”. El jefe de los anestesistas también tuvo que ser traído de Oxford, ya que aquí en aquella época sólo se ponía anestesia con máscara y no podían realizar la cirugía facial con máscara. Ahí comenzaron a utilizar técnicas de intubación.

(Un paseo por Egia, 32 zenbakia)

Mola ospital militarrean agintari militarrek egindako elizkizuna. Argazkitan, emakumeen abesbatza bat agertzen da bertan parte hartzen.

kutxateka.eus web gunetik jasotako irudia.
Bilduma: 44650513

Fecha: 1944-07-27

Fuente/Donante:

Localización:

Población:

Código de identificación: grdg127-003

Derechos de uso:

Píldoras de historia:

Hospital Militar General Mola

En 1929 fue construido por Juan Rafael Aldai como escuela en lugar de otro anterior de Goikoa en 1891. Durante la Guerra se convirtió en hospital militar, bajo la dirección de Leandro Martín Santos, donde permanecieron los militares hasta el año 1880. Luego fue el cuartel de la Policía Nacional y finalmente el Juzgado. Como curiosidad, durante la guerra, bajo la dirección de un médico americano, se creó el primer servicio de cirugía estética del Estado, de gran éxito y pionero en su campo. En este grupo se encontraba el conocido dentista y pelotari Karmelo Balda, que también ha sido dentista de Franco. Esta cirugía estética era facial y trataba a los soldados venidos de la guerra. En esta época, debido a las características de la guerra de las trincheras, se producían lesiones muy severas en la cara y el cuello. La mayoría eran heridas de metralla. En un artículo del New York Times se narraba la situación como “Había tantas caras mutiladas en el ejército rebelde como había en el ejército británico al final de la primera Guerra Mundial”. “Los heridos de cara más frecuentes eran de metralla, realmente impresionantes. Estos pobres de metralla en el roproducían horror; auténticos monstruos, sin cara; masa de carne y a pilas colgando, respirando con los ojos fuera de las bitas por desaparición de pobres del hinpo; sin nariz ni labio; ni boca ni dientes; sin barbilla; con la lengua amoratada, chada, cayel sobre cayena. Llenos de moscas, soplando una espuma sanguinolenta, asfixiándose hay que imaginar que una inmensa hacha cortase de violento golpe lateral toda la cara”. El jefe de los anestesistas también tuvo que ser traído de Oxford, ya que aquí en aquella época sólo se ponía anestesia con máscara y no podían realizar la cirugía facial con máscara. Ahí comenzaron a utilizar técnicas de intubación.

(Un paseo por Egia, 32 zenbakia)

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