“Hay muchos topónimos bonitos perdidos”

Entrevista a Juanpe Urrosolo de Irutxuloko hitza / Iñaut Gonzalez de Matauko Rada (Irutxulo hitza)

Juanpe Urrosolo (Egia, 1960) se encontró con una ortofoto de Egia del año 1954 y empezó a indentificar varios lugares. A partir de las 180 plazas designadas, ha elaborado un libro con la historia y las fotografías de estos lugares. Además, en ‘Txurrutala’ se habla de los límites, caminos y nomenclatura del barrio.

Juanpe Urrosolo, autor del libro ‘Txurrutala’. (Foto: Iñaut Gonzalez de Matauko Rada)

¿Por qué ‘Txurrutala’? Atotxa es un topónimo que antes se llamaba Txurrutala. A lo largo de la historia ha tenido varios nombres. XVII. En el siglo XVIII los franciscanos colocaron allí el primer convento, llamado entonces paseo de San Francisco. Después, XIX. En el siglo XVIII se impuso el topónimo de Atotxa, pero antes se llamaba Txurrutala a la zona de Atotxa y Zuhaizti.

El nombre de Txurrutala viene del gascón y significa soplo de agua. También pienso que nuestro txorrota (grifo) está relacionado con las palabras txurruta y txorro. Al parecer, en esta zona había cuatro fuentes, y dado que los donostiarras que vivían en el interior de la muralla no tenían muchas fuentes de agua, iban a buscar agua a fuentes extramuros. Por ejemplo, cuando desapareció la de Atotxa, empezaron a utilizarel del Chofre.

¿Cómo era la zona de Atotxa en esta época? Era muy diferente. El barrio finalizaba en la parte baja de la calle Egia y en la actual calle Duque de Mandas, sólo los edificios situados en la parte opuesta al monte. Al otro lado, en los alrededores de la torre de Atotxa y de la plaza de Irutxulo, había una gran marisma y playa desde Mundaiz hasta Gros.

¿Por qué empezó a escribir este libro? Tenía curiosidad con las viejas historias del barrio y un día me encontré con una foto aérea del año 1954. Empecé a identificar lugares en la foto y lo rellené todo con apuntes.

A partir de ahí comencé a elaborar un mapa interactivo que publicamos en la web de Gordegia. Identificé cerca de 180 emplazamientos y luego pusimos en el mapa ríos, límites y caminos. Al final de ese trabajo me di cuenta de que había muchos datos y pensé llevarlos al papel.

¿Has tenido muchas dificultades para encontrar información y fotos? He trabajado poco en los archivos. Sobre todo he estado en Internet. Hay mucha información sobre unos sitios y nada sobre otros. Pienso que eso ocurrirá en muchos lugares.

En el caso de Egia, la parte baja del barrio es la zona más informada, el campo de fútbol, la plaza de toros, el frontón, el hospital militar y las fábricas. En la parte superior se encuentra el cementerio, por lo que hay muchas fotos de la zona, pero en el resto del barrio hay muy pocas.

Hacer fotos antes era muy caro y la gente no lo hacía al tun tun. Se hacían cuando pasaba algo importante y además la gente no tenía costumbre de fotografiar a las casas, era cosa de locos.

Habla de los límites del barrio. ¿Hasta dónde llegaba la Verdad? La cuestión de los límites de los barrios es bastante curiosa. Todos los barrios que rodean Egia crecieron por nuestra cuenta. Ahora está limitado por vías férreas y carreteras, pero en épocas antiguas eran límites naturales.

Con Loiola el límite era el río, pero con el cuartel se construyó el puente, por lo que se unieron los dos lados del río y Loiola se anexionó. En Intxaurrondo se construyó un gran barrio en lo alto y se interpuso una carretera. Esta parte ha quedado para Intxaurrondo, pero la gente que vivía en la zona de Txara era de Egia.

Gros no existía y luego pusieron el ferrocarril. En Amara Berri, el río se desvió y se le arrebató el suelo a Egia. Los caseríos existentes en la actual plaza de Pío XII y en la avenida de Sancho el Sabio eran de Egia.

¿Y cuáles eran las principales vías? XIX. En el siglo XVIII había dos puentes en Donostia: el de Loiola y Santa Catalina. Para acceder a San Sebastián por el este había que atravesar el puente de Santa Catalina, un importante cruce. Se unían tres caminos principales: el camino de Hernani, que actualmente discurre por la calle Egia; el camino de Altza, actual calle Aldonea; y el camino de Pasaia, actual calzada de Egia.

También había caminos interiores, como las calles Konkorrenea y Aldapa, y en el parque de Egia también había accesos a Atotxa y Alkolea. Y es que antes de ser parque de Egia, toda esta zona era otra parte del barrio, con caseríos y caminos.

En cuanto al callejero, dice que se han hecho desgracias. ¿Ejemplos? Hay calles con nombres propios como Aldapa, Konkorrenea o Aldonea. Pero en otras muchas calles no se ha respetado eso. A nivel internacional existen algunas recomendaciones para respetar los topónimos, pero cuando no se respetan se da el nombre de gente que no está relacionada con el barrio. La madre de Teresa Calcuta no sé qué relación tenía con Egia.

También quedan restos del franquismo como la calle Virgen del Carmen. Esta calle fue construida cuando se construyó el cementerio y durante unos 100 años fue Subida al Cementerio o el camino de Polloe. Esta Virgen nunca ha tenido ninguna relación con el barrio, ni siquiera para los cristianos la Virgen está arraigada aquí. La calle San Cristóbal fue así nombrada porque los taxistas quedaban allí y es su patrón.

Hay muchos topónimos que se han perdido y que yo he descubierto este trabajo.

En relación con este tema, ¿cuáles son los nombres que ayudan a proteger el patrimonio? Cuesta…? El Duque de Mandas, por ejemplo, ha tenido muchos nombres: el Paseo de San Francisco, el Paseo de Atotxa, y antes de Txurrutala.

Sin embargo, muchas calles siguen manteniendo su nombre antiguo: Aldakonea, Konkorrenea, Aldapa y Egia, por ejemplo, pero hoy en día le ponen nombre de gente a todo lo que hacen.

Noticia original: Irutxuloko hitza CC-BY-NC (Entrevista y foto: Iñaut Gonzalez de Matauko Rada)